Tienda
Compra arte que enamore
MIRANDO AL PASADO
Escultura exenta en bulto redondo. Toro en actitud de reposo, sentado sobre sus cuatro patas y la cabeza recogida. El rabo echado sobre el lomo izquierdo y terminado en un fleco geométrico en representación del pelo. En esta escultura la decoración geomética es abundante. Las costillas y los músculos de los cuartos traseros han sido indicados mediante incisiones curvas y paralelas; en los cuartos delanteros, dos tallos curvos terminan en capulllos de flor. Los pliegues de la piel del cuello están marcados, al igual que las costillas, por líneas incisas paralelas, que terminan en arista sobre el pecho. Los ojos son salientes y redondeados, quedando marcadas las membranas lacrimales. Están enmarcados en su parte superior por dos grupos de líneas incisas que indican las cejas. En el centro de la frente, una palmeta trilobular con un pequeño orificio central para un posible adorno. Otros orificios de similares características se situarían en los lados laterales de la cara, a la altura de la mandíbula inferior, y otro en el cuarto delantero izquierdo, junto al capullo de flor. Por otra parte, los cuernos irían embutidos en dos orificios de mayor tamaño. Las orejas, de marcado relieve, se dirigen hacia atrás. Bajo las patas anteriores se conserva un estrecho plinto. Escultura Ibérica