Entrevista a Agustín Pontesta
- by MundoArti
- 25/01/2022
En esta entrevista, os presentamos a Agustín Pontesta, uno de los ganadores del concurso navideño de la X Exposición Internacional Museo Virtual MundoArti "Especial Navidad".
En la X Exposición Internacional Museo Virtual MundoArti "Especial Navidad", quisimos obsequiar las 3 obras más destacadas por parte de nuestro equipo de profesionales (una tarea nada fácil debido a la alta calidad de todas las obras artísticas). El canto de un grillo de Agustín Pontesta, nos dejó boquiabiertos. Su fuerza, colores y originalidad, no pasaron desapercibidos y por ello debía de ser una de las obras ganadoras premiada con una entrevista.
De modo que, sin más dilación, a continuación Agustín Pontesta, un artista plástico que no dejará indiferente a nadie:
Cuéntanos de ti...
Desde niño mi tendencia al arte estaba muy marcado. Tuve varios maestros, pero fue con Alfredo Bikondoa (www.bikondoa.com) a los 19 años cuando vi claro mi vocación. De una manera u otra siempre he estado vinculado al arte. En San Sebastián (Guipúzcoa) ejercí de profesor de dibujo y pintura. Pase un tiempo en Londres motivado por la pintura victoriana y las obras de Turner. De vuelta a Donostia-San Sebastián conocí la meditación oriental a través de la cultura Zen y el budismo tibetano participando en seminarios y retiros intensivos dirigidos por maestros Zen y lamas. He viajado de una manera alternativa sin billete de vuelta y siempre en solitario (sin tiempo, a veces 6 meses, otras un año) por diferentes partes del mundo (Himalaya -campo base del Everest, campo base del Annapurna...-, todos los países andinos, Patagonia, Tierra de Fuego, la selva amazónica, desiertos como el de Atacama, el de Thar en India, los desiertos de Jordania e Israel, Centroamérica, Turquía…) Todo ello de alguna manera ha influido en mi persona y por lógica, en mis obras.
Háblanos de "El canto de un grillo".
Mi obra “El canto de un grillo” (116 x 100 cm.) está realizada sobre tela de lino virgen. Como muchas de mis obras es el resultado de manchas, accidentes provocados, el azar y la experimentación, donde el “collage” de diferentes materiales tiene su protagonismo, una abstracción sin una idea preconcebida en la que ha ido surgiendo la creatividad en el silencio de mi estudio. En realidad, si no fuera por la luna y el cielo nocturno (que le da una definición paisajista) la obra sería abstracta. Para mi ésta obra recuerda a esas pinturas orientales donde el paisaje es el escenario donde desarrollar la espiritualidad y la poesía. Es como un “haiku” visual, incluso el título es intencionadamente poético. En cuanto al grillo que menciono en el título el observador deberá encontrarlo.
En cuanto al grillo que menciono en el título el observador deberá encontrarlo.
¿Todas tus obras son abstractas o también trabajas la figuración?
Aunque mi tendencia siempre ha sido la figuración, considero que en mi línea de trabajo está presente la abstracción. Muy a menudo, sobre todo en los cuadros grandes utilizo el “dripping painting” para cubrir grandes extensiones, crear texturas, y accidentes interesantes. No tengo conflictos entre figuración y abstracción. Pienso que ambas se complementan, al fin y al cabo, desde las moléculas más pequeñas a la inmensidad del espacio, el cosmos de la naturaleza es una abstracción que el ser humano le ha puesto un orden visual a través de palabras que definen las cosas.
¿Cuál es la técnica y temática que más te gusta trabajar y por qué?
Me inspira mucho la naturaleza, pero no de una manera de reproducir un paisaje sin más. Yo lo que intento hacer son los fenómenos que en ella ocurren, digamos que, como un pequeño dios, creo fisuras volcánicas, explosiones de algún universo, tormentas de hielo, un hipotético fondo marino, etc. Pinto un cosmos que va de lo molecular a un universo infinito. En el momento de realizar una obra, estando el soporte en posición horizontal y con la pintura fluida y aun sin secar, creo texturas y relieves por donde fluyen micro-ríos de colores por entre micro-montañas que nunca sé que sorpresa me va a deparar. Últimamente mi trabajo me ha llevado por un camino que me parece muy interesante a través del concepto de la fragmentación, la destrucción, la rotura. Con soportes de madera que troceo en pedazos para volverlos a unir dejando grietas, agujeros y vacíos de contornos irregulares. Con la obra en posición horizontal utilizo la pintura convirtiendo el soporte, como bien dijo Mikel Barcelo, en una “sopa” de colores, que se expande y se derrama por las grietas. Provoco universos donde el caos y el azar me van guiando, y van surgiendo luces misteriosas, supernovas, oscuridades que me intrigan y en los cuales tengo algo que descubrir. Me gusta la idea del vacío en las grietas y agujeros del soporte fragmentado. Pareciese que creo a partir de ellas, dándoles su protagonismo, trabajando en el resto del cuadro para que estas sobresalgan. Y paradójicamente esos vacíos que son el centro de atención del observador es la única parte que no he trabajado… porque son “vacíos”.
¿Realizas exposiciones individuales?
Debido a la pandemia apenas he realizado exposiciones individuales. Pero sí colectivas y también concursos y certámenes que me están aportando premios y experiencias interesantes algunas de ellas de cierto prestigio como el premio Reina Sofía de la Asociación de Pintores y Escultores de España (AEPE) o el premio anual BMW.