Entrevista a Brenda Sabbagh
- by Mundoarti
- 18/05/2023
Cuéntanos sobre ti
Nací en Buenos Aires, Argentina. Soy directora cinematográfica y artista visual. Además de mi formación audiovisual, tomé talleres de pintura con diversos artistas, entre ellos, Dolores Casares, Carolina Antoniadis, Elías Slonim e Ivana Roitberg. Realicé clínicas de obra con Tulio De Sagastizábal, Sergio Bazán y Fernando O’connor, y fui becada en 2021 por el Fondo Nacional de las Artes en la categoría Capacitación Individual. Actualmente, participo regularmente en muestras colectivas a nivel nacional e internacional.
Mi trabajo reflexiona acerca de la cada vez más compleja relación entre un entorno caracterizado por la exacerbación de imágenes de todo tipo, el individuo que lo habita y el modo en que este último es afectado por ellas. Mi obra apela a una síntesis y a una economía de recursos que se contrapone a la superabundancia de imágenes e información que nos rodea. Al mismo tiempo, me interesa pensar los cuerpos y los espacios detenidos en el tiempo, como si fueran fotogramas de una secuencia cinematográfica que nos permiten imaginar un antes y un después, pero nunca llegar a conocerlos por completo.
¿Qué disciplina artística trabajas?
Me pienso a mí misma como fotógrafa-pictórica, lo expreso de este modo porque en mi trabajo no concibo estas prácticas de manera escindida, separadas. Más precisamente, mi obra se constituye a partir de un híbrido disciplinar que se mueve orgánicamente entre lo material y lo digital, y en el que es muy posible, por ejemplo, que un encuadre fotográfico se convierta en una pintura sin tiempo ni espacio definidos, aunque la imagen primigenia sí esté situada en un tiempo y en un lugar específicos. Al mismo tiempo, creo que cada proyecto que inicio me va indicando de alguna manera qué materialidad es la adecuada para llevarlo a cabo. Como una necesidad intrínseca a la idea que se va develando paulatinamente y a la que respondo sin ningún tipo de condicionamiento. Creo que esta libertad es imprescindible a la hora de crear.
Si tuvieras que definir en una frase los propósitos de tu trabajo, ¿qué dirías?
Cuando trabajo me interesa tomar como referencia objetos, textos e imágenes de otros ámbitos, que no necesariamente se vinculen a la producción pictórica. Creo que esto me enriquece y me otorga una lateralidad de pensamiento muy interesante a la hora de trabajar. Por esto, para referirme a los propósitos de mi trabajo, elijo una frase de Joan Fontcuberta sobre la postfotografía para compartir con ustedes, ya que, al fin y al cabo, estamos hablando de imágenes, una y otra vez.
“Estamos instalados en el capitalismo de las imágenes, y sus excesos, más que sumirnos en la asfixia del consumo, nos confrontan al reto de su gestión política”
Texto: “La furia de las imágenes”
Notas sobre la postfotografía
Joan Fontcuberta
Hoy, vivimos en un mundo saturado de imágenes que se presentan de manera constante y en una multiplicidad de medios. Este fenómeno se intensificó en las últimas décadas con la popularización de las tecnologías digitales y la proliferación de las redes sociales, lo que permitió una producción y circulación de imágenes a una escala nunca antes vista. En este contexto, Joan Fontcuberta sostiene que estamos instalados en el capitalismo de las imágenes, es decir, en una sociedad donde el valor de las imágenes es determinado por su capacidad para generar ganancias económicas. La imagen se ha convertido en una mercancía y es utilizada como herramienta de persuasión y seducción para estimular el consumo.
Sin embargo, el autor propone que, en lugar de asfixiarnos en este exceso de imágenes, asumamos el reto de gestionarlas políticamente. Esto implica que, como sociedad, debemos tomar la responsabilidad de cuestionar y analizar el papel que tienen las imágenes en nuestra cultura y en nuestra cotidianidad, en términos de su impacto social, político y económico. En definitiva, la frase de Fontcuberta nos invita a reflexionar sobre el papel que las imágenes tienen en nuestra sociedad actual, y cómo podemos utilizarlas de manera consciente y crítica para construirnos y no destruirnos a través de ellas. Las ideas de este pensador y artista son muy cercanas a mis indagaciones conceptuales, y se vinculan con problemáticas que me interpelan directamente como “productora de imágenes”.
¿Alguna influencia en la familia? ¿Algún familiar que ya fuera artista?
Mi madre arquitecta tuvo un papel fundamental en mi práctica artística, en particular, en la manera en la que me acerco al espacio y al modo en que lo habito. En este sentido, considero que hoy el espacio físico y el digital están cada vez más entrelazados, por lo que es importante cuestionar cómo nos estamos adaptando a este entorno híbrido.
En mi última serie, utilicé planos arquitectónicos que mi madre realizó entre los años 1993 y 1998 para la feria Casa FOA. Mi intención al tomarlos fue, precisamente, reflexionar sobre el modo en que habitamos nuestro espacio circundante. Estos planos fueron el soporte de mis pinturas, lo que me permitió reconfigurarlos y convertirlos en algo diferente. Además, para mi último proyecto -una instalación- decidí incorporar elementos de descarte como ladrillos rotos, estableciendo una analogía con la idea de los opuestos, y cuestionando la presunción de que lo vacío siempre es más liviano y viceversa.
Mi madre me enseñó a comprender la importancia del espacio y cómo éste puede influir en nuestras emociones y comportamientos. Sin embargo, a esta perspectiva, sumé, con el tiempo, un interés más abarcador por explorar la relación entre las personas y su entorno físico.
Háblanos de la obra “El cuarto”
Mi obra "El cuarto" es una pintura al óleo sobre tela que reflexiona sobre problemáticas particulares que enfrenta nuestra generación. A diferencia de generaciones pasadas, en las que la dificultad era externa o se situaba en un afuera, creo que hoy nos enfrentamos a desafíos internos, especialmente vinculados con la depresión, la ansiedad y la labilidad emocional. La estructura de nuestra sociedad está cambiando constantemente y esto genera en muchos jóvenes una sensación recurrente de incertidumbre e inestabilidad. Ciertos ideales y valores que fueron considerados fundamentales por mucho tiempo, son hoy cuestionados y esto puede producir un vacío difícil de llenar. Al mismo tiempo, la tecnología avanza constantemente, cambiando no solo nuestra forma de percibir, sino también de pensar y de enfrentar la vida. "El cuarto" reflexiona, en definitiva, acerca de los múltiples desafíos internos que enfrenta nuestra generación.
¿Has realizado alguna exposición?
Participé en varias exposiciones colectivas y en este momento estoy proyectando mi primera exposición individual. En 2018 expuse junto a Francesca Darget y Juana Rodriguez Simón en Buenos Aires, Argentina en el espacio Casa Salvador, con la muestra "Ánimo y Despojo"; En 2019 expuse en Tel Aviv, en la galería Orly Dvir Gallery; en 2022 en Ciudad de México en Mooni Gallery, y en 2023 en Buenos Aires, en Gachi Prieto Arte Contemporáneo.
En 2021 recibí una beca del Fondo Nacional de las Artes (FNA) en la categoría Capacitación Individual; un gran apoyo para seguir creciendo y produciendo como artista argentina. Además, este año, estaré participando en la residencia Pilotekuenche en Leipzig, Alemania, durante un período de 3 meses. Esta residencia representa una oportunidad única para enfocarme en mi proyecto y para compartir horas de trabajo y de diálogo con artistas de todo el mundo.
Soy una persona curiosa, que siempre está buscando nuevas formas de enriquecimiento y aprendizaje. Participé en clínicas de obra como "Cuatro x Cuatro" con Pablo Sinaí y Federico de la Puente, y en "Proyecto PAC" en la Galería Gachi Prieto. Actualmente, formo parte del staff de artistas de María Lightowler, con quien trabajamos para dar a conocer el arte emergente argentino en Europa y crear vínculos que posibiliten hacer crecer esta red.
El año pasado participé en la residencia MANTA con Suyai Otaño, trabajando con fotografía y performance. Este proceso me permitió abrir otro camino que entrelaza mi producción pictórica con la performatividad, indagación que me entusiasma ya que me pregunto hacia dónde me llevará este nuevo entrelazamiento de disciplinas y lenguajes.
¿Recibes mensajes de agradecimiento de personas que ven tus obras? ¿Crees que estás cumpliendo tu cometido?
Sí, y como artista me moviliza mucho recibir mensajes de agradecimiento de personas que vieron mis obras, porque significa que logré transmitir o comunicar con mi trabajo, ya sea algo más vinculado a lo intelectivo, a lo sensitivo o a ambos. En mi serie "Los Dormidos", me interesa cuestionar nuestra relación con la tecnología y el modo en que esta nos afecta emocional y psicológicamente. Creo que es importante reflexionar sobre estos temas y buscar soluciones para los problemas que enfrentamos en nuestra sociedad actual. Vivimos en un mundo acelerado, sometidos a una presión constante por ser exitosos y perfectos en todo lo que hacemos. Esto genera altos niveles de ansiedad, y el hecho de que cada vez estemos menos conectados físicamente con los demás y de que hayamos perdido en gran medida ese sentido de comunidad que solíamos tener, complejiza esta problemática. Como miembro de esta generación, estos temas me interpelan directamente y considero que al abordarlos en mi producción de manera autorreflexiva muchos espectadores también se sienten interpelados al respecto.
¿Desde cuándo eres artista? ¿Qué te motivó?
Creo que no hubo un momento específico. Ya desde chica la pintura fue para mí un lenguaje con el que me sentí muy cómoda. Siempre fui una persona muy visual, pero interesada también por la imagen más allá de su forma. Años después, comencé a interesarme por la fotografía y el cine. Considero que el arte es sanador y hoy, en un momento donde lo digital parece ser omnipresente, me interesa seguir trabajando con la materialidad, las texturas, la gestualidad, y por eso continúo enfocada en la pintura.
¿Influencias de otros artistas o movimientos artísticos?
Creo que esta pregunta se vincula mucho con aquella en la que nos referimos a la cuestión disciplinar en mi obra. Nunca me interesó mucho buscar referencias directas sobre la misma disciplina en la que trabajo, quizás por eso estudié cine y pintura. Siempre indagué en el trabajo con la imagen más allá de su materialidad. Podría decir que mi mayor influencia durante años fue Jim Jarmusch, director de cine estadounidense y figura clave del cine independiente. Tiene un estilo minimalista, poético y contemplativo, que a menudo se enfoca en personajes marginales y en la experiencia de la vida cotidiana. Le interesan temas como la soledad, la nostalgia y las relaciones humanas. Sus películas suelen tener un ritmo lento, cadencioso y ser protagonizada por personajes errantes, con historias que se desarrollan en ambientes realistas. Creo que en términos conceptuales fue este cineasta quien me hizo pensar en mi objeto de estudio más allá de su materialidad. De todas formas, mi formación pictórica inicial fue académica, por lo tanto, tengo referentes muy específicos de pintura, como Euan Uglow y Francis Bacon.
Háblanos de la evolución de tu obra
En retrospectiva, y pensando en lo que estoy produciendo actualmente, me doy cuenta de que cada vez me vuelvo más sintética y minimalista, buscando cierta esencia que pretendo transmitir en mi obra. Me interesa crear obras contemporáneas, pero también con carácter atemporal. Considero que es un desafío constante, ya que vivimos en un mundo caótico y de constante cambio.
Cuando pinto, me veo envuelta en la acción de sumergirme en el agua, en lo acuoso de la pintura en sí. Lo que separa la superficie del agua y la superficie del aire, cuando una se sumerge, es una superficie de separación bidimensional y abstracta que no se puede ver, pero sí se puede sentir. Este punto de transición y a la vez unión entre una superficie y otra es lo que me interesa trabajar: allí donde se encuentran la figuración y la geometrización, la materialidad y la inmaterialidad, la coherencia y la incoherencia. Para mí, como artista, esto se transforma en un acto sanador, tanto la acción de sumergirse en el agua como en la pintura.
¿Qué supone para ti MundoArti? ¿Te ha ayudado a crecer como artista?
Creo que plataformas como MundoArti son fundamentales en el mundo del arte contemporáneo. Como artista, MundoArti me brindó la oportunidad de descubrir otras perspectivas, concepciones del arte, forma de trabajo, y por supuesto, la producción de artistas de otras latitudes, con los que es posible crear redes colaborativas y autogestivas, que son clave para nuestro crecimiento como profesionales del arte.