Entrevista al artista Antonio Ceballos

Artista multidisciplinar autodidacta, Antonio Ceballos combina la fotografía, la pintura, el videoarte y el collage como forma de expresión subjetiva. Su obra persigue replantear la naturaleza humana, abordando temas como el paso del tiempo, la búsqueda del equilibrio, la ecología o las diferencias sociales. A lo largo de su trayectoria ha colaborado en circuitos de arte no convencionales y ha expuesto en Tel Aviv, Barcelona, Sevilla y Málaga.

¿Con qué edad empezaste y cómo ha evolucionado tu obra durante todos estos años?

Me inicié en el mundo de la pintura desde muy pequeño. Mi hermana Mónica solía pintar en la terraza y aquello llamaba tremendamente mi atención. Recuerdo el olor a óleo y aguarrás como si fuera ayer. Más tarde, cuando estaba en el colegio me compré un cuaderno de dibujo y empecé a dibujar a lápiz obras de otros pintores que me gustaban, como Sorolla o Velázquez y poco a poco me lancé con obras propias. Ya en el instituto, cursé el bachillerato artístico, que me ayudó a tener una visión más profunda sobre referencias, técnicas y procesos que posteriormente he utilizado en mi obra. Mi evolución ha ido desde una pintura más figurativa y “tradicional” hasta otra más abstracta, centrada en el concepto y en búsqueda de nuevos medios de expresión. Por otra parte, la fotografía entró a formar parte de mí posteriormente, cuando ya estaba cursando un Máster sobre creatividad. De repente, sentí como este medio podía ser un canal perfecto de expresión y decidí comprarme una cámara y sacar muchas ideas acumuladas que necesitaban ver la luz. La técnica fotográfica la aprendí después y con ella, todas las posibilidades que este arte me ofrece.

¿Recuerdas tu primera obra? Explícanosla brevemente.

No es una pregunta sencilla… Considero primera obra aquella que realicé cuando retomé la pintura después de unos años de parón durante la universidad. Un día, la idea se instaló en mi cabeza y no fui capaz de quitármela hasta que la plasmé en un lienzo. Quería mezclar arena con óleo de tonos azul cobalto, blancos, marrones y grises, sentir cómo se adherían a la base y jugar con una composición abstracta, que para mí tenía un significado puramente formal.

Un crítico de arte me dijo una vez que él solamente conocía dos tipos de artistas con éxito. Por un lado, los que son técnicamente impecables, y por otro, los que comunican con pasión y están plenamente convencidos de lo que están haciendo.

De todas las obras que has realizado ¿Cuál es tu favorita? ¿Por qué?

Otra pregunta difícil de responder. Cada una de las obras que he realizado han surgido de una idea concebida de forma espontánea e involuntaria. Supongo que mi mente encuentra en este proceso una vía de escape, que incluso me atrevería a llamar terapéutica. Me es imposible elegir una favorita, pero por su valor sentimental destacaría una composición fotográfica en la que aparece mi abuela sentada en diferentes posturas sobre sillas del cortijo donde se crió ella y nos hemos criado toda la familia y con los olivos que nos han visto crecer como fondo. La segunda fotografía de esa composición es el mismo plano con las sillas, pero sin mi abuela. Esta obra adquirió una dimensión más dolorosa cuando mi abuela falleció, reflejando perfectamente el vacío que una mujer excepcional dejó en su familia.

¿Cuánto tiempo tardas en realizar un cuadro?

Cada cuadro es diferente. Dependiendo de los materiales que utilice, tienen tiempos de aplicación, manipulación o secado distintos. Disfruto mucho del camino y por ello no tengo ninguna prisa en acabar una obra. Durante el proceso creativo, puede haber cuadros que evolucionan mucho, partiendo de una idea que acaba siendo otra totalmente diferente. Es ese proceso el que más disfruto de mi trabajo como artista.

¿Estás trabajando en alguno ahora?

Actualmente estoy trabajando en una serie fotográfica que he realizado durante un viaje por los Balcanes. Espero que pronto pueda ver la luz.

Háblanos de Tierra Sedienta.

Tierra sedienta es mi última obra pictórica y la que ha supuesto un punto de inflexión hacia una nueva etapa por desarrollar. Trata sobre uno de mis temas fetiche, el paso del tiempo, y cada elemento que la compone ha sido escogido por sus connotaciones. Por un lado, el papel como material principal de la obra simboliza la

fragilidad de nuestra existencia. El amarillo, en cambio, es transmisor de energía interior, esa que todo ser humano posee por naturaleza. Rasgar el papel y colocarlo como un mosaico conformado por sedimentos de tierra seca quiere expresar el desgaste emocional y físico que el tiempo nos inflige y nos recuerda que algún día sólo seremos el recuerdo de lo que fuimos, un vestigio de nuestra existencia.

¿Qué supuso para ti ser nombrado artista destacado en la Inauguración de la Exposición colectiva del Ateneu de Tarragona?

Una absoluta sorpresa y un subidón de adrenalina en aquel momento. Estoy muy agradecido por haber sido elegido como artista destacado de una exposición en la que han participado artistas muy diversos y de gran calidad. Siempre sienta bien saber que tu trabajo es valorado.

¿Qué opinas de las exposiciones colectivas? ¿Qué crees que pueden aportar a los artistas?

Considero que es un canal totalmente válido para llegar al público, tanto para artistas particulares como colectivos artísticos. Del mismo modo, el comisariado, la gestión y la calidad de las obras son factores determinantes para el éxito de la misma. En mi trayectoria he tenido la oportunidad de participar en un par de exposiciones colectivas y hasta la fecha siempre han sido experiencias positivas, ya que me han permitido ver en primera persona la reacción del público, descubrir significados de mis obras que no había considerado, conocer personalmente otros artistas…

¿Expones de manera habitual?

Aunque he expuesto en diferentes ciudades, han sido ocasiones puntuales y no siempre dentro de circuitos artísticos convencionales. Por ahora, prefiero exponer cuando “algo” me dice que es el momento y cuando produzco una cantidad suficiente de obras para organizarlo. No siempre es fácil encontrar la energía que ello requiere. Gracias a las redes sociales puedo hacer llegar mi trabajo a más personas y vender obra de un modo muy directo y accesible.

¿Qué consejo le darías a alguien que acaba de empezar en este mundo del arte?

No me considero la persona adecuada para dar consejos porque yo también soy relativamente nuevo dentro de este mundo, pero dado que tengo que responder la cuestión, mi consejo es que sea permeable a todo lo que está ocurriendo. Tener los ojos abiertos a lo que hacen otros artistas, revistas, astrofísicos, ONG ´s, arquitectos, etc. lo hará disponer de mejores recursos para superar el reto de enfrentarse al lienzo en blanco. Vivimos en una época histórica fascinante y el arte no puede quedarse atrás. Un crítico de arte me dijo una vez que él solamente conocía dos tipos de artistas con éxito. Por un lado, los que son técnicamente impecables, y por otro, los que comunican con pasión y están plenamente convencidos de lo que están haciendo. A cada uno dejo a su elección a qué tipo de artista quiere pertenecer.