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Compra arte que enamore
Aunque he visto muchas tormentas en mi vida, solo una se ha quedad grabada para siempre en mi memoria. Era mediodía, pero el cielo se puso azul oscuro, casi negro, como si hubiera de noche. Los relámpagos trazaban grietas blanquecinas entre las nubes como si quisieran romper el cielo en mil pedazos, pintando las nubes de violeta, rojo y naranja. Una tormenta de proporciones apocalípticas. Seguro que esta no será la única representación de esa tormenta. Encontrara su camino en obras futuras.