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La fotografía captura la esencia de la vida monástica en su máxima expresión, el monje ortodoxo Iefimie que habita en una cueva desde 2003, donde parece haber sido pintado por el mismísimo Rembrandt. La imagen evoca una sensación de serenidad y contemplación, invitando al espectador a reflexionar sobre la búsqueda de la paz interior a través de la renuncia material. La vida monástica se basa en la búsqueda de la perfección espiritual a través de la renuncia a los bienes materiales y la vida en comunidad. Se dedica a la oración, el estudio y el trabajo manual, siguiendo una rutina diaria que le permite mantener su mente, cuerpo y espíritu en equilibrio. _____________ – Metadatos de la imagen: Cámara: Canon EOS 6D; N/S: 248020003786 Distancia focal: 50 mm Exposición: 1/400 seg; f/1,4; ISO 1250; Prioridad de apertura; medida Patrón Tamaño de imagen: 5331 x 3554 Orientación: 1 (Normal) Resolución: 350,00 Píxeles por pulgada Lugar: Moldavia – Fecha de realización: 16 de mayo de 2022 – Impresión de la imagen: Mate – Soy residente en Torrejón de Ardoz