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Es un proyecto que estudia la relación y vínculos que conectan la pintura, la música clásica y la poesía. La primera serie de trabajos de este proyecto se llama Sensemaya, es una serie de doce dibujos pequeños, dos dibujos grandes y un lienzo grande. Las obras están inspiradas en un poema sinfónico escrito por el compositor mexicano Silvestre Revueltas, que a su vez está inspirado en un poema del poeta cubano Nicolás Guillem. Ambos creados en la década de 1930. El poema y su coro inspiraron a Revueltas a crear la composición. El proyecto comienza a tomar forma con esta pieza de música clásica que combina música y poesía y también mezcla tradiciones latinoamericanas, que a su vez influyen constantemente en mi propia búsqueda espiritual y artística. Mientras creaba arte he experimentado muchas sensaciones, pensamientos y sentimientos o conciencia profunda, siempre he usado la música clásica como una herramienta para concentrarme mientras creaba. Descubrir la música es descubrir un mundo de ritmos y sonidos misteriosos, y esto muchas veces tiene un efecto inmediato. Hay quienes dicen que se siente relajante o todo lo contrario puede sentirse como una inyección de energía. Crear arte también puede implicar muchas sensaciones diferentes, tanto físicas como mentales, y mientras pinto, la música se convierte en un mantra que me guía visual y espiritualmente para comprender y analizar los sonidos y retratarlos creando obras que incluyan color y movimiento. formas abstractas y dibujo geométrico. También existen similitudes en la pintura y la música en su forma práctica, ambas pueden estudiarse combinando repetición y técnicas muy precisas y exactas. La segunda serie de trabajos de este proyecto se llama La Noche de los Mayas inspirada en la composición musical creada por el compositor Mexicano Silvestre Revuelta en 1939.