El arte de reciclar llega a los museos

Las personas producimos residuos a diario, en algunos países más que en otros, y a pesar de todos los avances y esfuerzos realizados para gestionarla, la contaminación que conlleva sigue siendo un problema latente en todo el planeta. Según la herramienta de Waste Atlas, que mide en tiempo real la cantidad de basura que se genera en cada país, España genera 20.751.864 toneladas de residuos al año.

Además de controlar el consumo, una vía complementaria para reducir el impacto de la contaminación en el medio ambiente es a través del reciclaje y la reutilización. Y aquí es donde encontramos el arte reciclado, una ingeniosa corriente que se realiza en todo el mundo. Uno de los países en los que más relevancia tiene esta corriente es en México, donde las cantidades de deshechos diarios alcanzan proporciones alarmantes.

Muchos artistas se han unido a este movimiento, que consiste en reutilizar materiales y objetos de todo tipo, cuyo único requisito es que hayan tenido una finalidad distinta anteriormente (recordemos que en eso consiste al fin y al cabo el reciclaje, en darle una nueva función a algo que ya no sirve para lo que fue creado/diseñado). El resultado se aprecia como una especie de collage, con la salvedad de que no suele introducirse elementos naturales, como ramas o flores (sería contraproducente).

Se utilizan objetos sin pulir, con sus muescas, que ya nadie utiliza, para crear algo nuevo. Los materiales son diversos: plásticos, papel, cartón, metal, piezas de automóvil, latas, vidrio… A veces, son elementos cuya forma puede recordar a otros objetos, como una máscara de gas a la cabeza de una abeja. Otras, son un conjunto de piezas aparentemente inservibles, pero que puestas de la manera adecuada, y con un poco de imaginación, pueden dar origen a auténticas obras de arte.

Este movimiento tiene una doble función, por una parte da visibilidad a la ingente cantidad de residuos que se producen diariamente para concienciar a las personas de que están ahí y que no desaparecen por arte de magia, y, por otro lado, los propios artistas  reciclan los materiales que utilizan para crear sus obras.

Un factor a destacar es que, aunque podría considerarse arte plástico, no sigue una disciplina concreta, sino que es bastante libre. Puede encontrarse arte reciclado en un cuadro, en una escultura o de cualquier otra forma que le asegure una segunda vida.

Hay museos de arte contemporáneo y galerías de arte que realizan exposiciones de arte reciclado, pero también es muy habitual encontrar dichas expresiones artísticas exhibiéndose en la calle.

Algunos ejemplos de artistas creadores de obras de arte recicladas son Manu Dacosta con su arqueología urbana, Michelle Reader y su obra “Vientre lleno de plástico”, que representa unos peces del río Támesis en Londres compuestos por los plásticos que ingieren los auténticos peces de allí, o los animales de chatarra de Artur Bordalo.

Los límites del arte son indefinidos, pudiendo aplicarse a diversos ámbitos con distintas funcionalidades. En este caso podemos ver como con un poco de ingenio, creatividad y voluntad, podemos convertir el arte en una herramienta para apoyar la sostenibilidad del planeta.

Desde MundoArti damos las gracias a todos los artistas que se comprometen con el planeta y experimentan con el arte reciclado, y animamos como siempre a probar nuevos caminos a aquellos que no se lo hayan planteado.

Gracias a Michelle Reader (@michelle3duk en instagram) por la foto de su obra.

 

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