Entrevista a Bartomeu Isern
- by MundoArti
- 09/11/2022
Bartomeu Isern Carrizosa nació en Palma de Mallorca en 1973. Aunque su profesión es otra, la afición al dibujo le ha acompañado a lo largo de su vida, exponiendo su obra en diversas ocasiones en Mallorca, Menorca y Barcelona. Abierto a cualquier expresión artística, ha utilizado la pintura como medio de comunicación principal. En las diversas etapas de su trayectoria creativa ha experimentado con técnicas y estilos, pero sin abandonar el arte figurativo, alternando y mezclando realismo y expresionismo, con matices surrealistas. En cuanto a la temática, su búsqueda está encaminada a encontrar un punto de confluencia y convivencia entre los humanos y la naturaleza.
Cuéntanos sobre ti.
Aún siendo un tópico, me sentí atraído por el dibujo desde la infancia, sin saber el motivo, o tal vez porque los adultos que me rodeaban, valoraban y alababan mis creaciones. Recuerdo con especial cariño los viajes al pueblo de mi madre, Villaverde del Río, en Sevilla, y las visitas a la ermita, dónde un profesional restauraba ángeles y vírgenes.
Me motivó enormemente ganar un concurso de cómic para un periódico local, el Última Hora, con 13 años. Por aquella época me encantaban las viñetas de John Buscema para Conan el Bárbaro, Más adelante me interesé por Zona 84, Eleuteri Serpieri y Milo Manara, entre otros.
Mi primera exposición se improvisó en 1991 en el colegio La Porciúncula compartida con Francesc Grimalt, cuya obra siempre he admirado. También ese año seleccionaron y expusieron una de mis obras en el Casal Balaguer, en Palma. Y entre encargos, concursos y exposiciones, acabé el bachillerato artístico, encargos como los murales para Sa Mola y Sa Fàbrica, en Sineu, algunos retratos, copias de clásicos como La Sagrada Familia, de Murillo, concursos como el de la Fundació Barceló, Ciutat de Palma, etc. En paralelo, y a modo de afición, he seguido exponiendo en varias ocasiones hasta la fecha: L’Origen en 1998, en el Café Nou de Santa Eugènia (Mallorca); Parelles en 2002, en Casino Marítim de Maó (Menorca); Mitges taronges en 2003, en Sala Centenari de Ciutadella (Menorca); en 2004 de nuevo en Casino Marítim de Maó (Menorca); en la Fira de sa Perdiu de 2008, en Montuiri (Mallorca); exposición colectiva The Meam Hall en 2022, en el Meam Museum de Barcelona; y este mismo año exposición colectiva para Premis Castellitx en el Casal Pere Capellà de Algaida (Mallorca), también la exposición Reflexions en Can Dulce de Sóller (Mallorca), la exposición virtual Figurativas en red (www.figurativas.org) y la Nit de l’Art al carrer en la Plaça Major (Palma).
A pesar de los múltiples paréntesis, jamás he dejado de experimentar y seguir creando.
Las raíces de mi obra se alimentan sobre todo del mundo del cómic, de los clásicos de Ibáñez, también Astérix y Obélix, Tin Tín, Mafalda y sus ganas de “bajarse del mundo”, que acompañaron mi infancia.
David & Goliat, 2022. Mixta sobre lienzo. 91’5 x 64’5 cm.
¿Qué disciplina artística trabajas?
En general la pintura al óleo sobre lienzo es la que más trabajo, ya que es muy duradera y me gusta el acabado, además el color no varía al secarse. Pero la técnica con la que me siento más cómodo es el bolígrafo que no te permite fallos y es más dinámico. Con frecuencia mezclo las técnicas, lo cual aportan características diferentes y enriquecen la obra con matices diversos.
¿Cuáles son tus dos obras favoritas? ¿podrías explicarnos que representan?
Siento especial predilección por Reinventar-se, un óleo sobre lienzo de 1991, donde una figura masculina se pinta a sí misma sucesivamente, creando una multiplicidad de obras dentro de otras obras, significando la reinvención continua a la que nos vemos sometidos.
Más reciente, de 2021, en técnica mixta sobre lienzo, Scala, que está realizada a bolígrafo y acabada al óleo, es otra de mis obras preferidas. Su significado es la conclusión de una idea que empecé a trabajar en la exposición con el título de Reflexions y que intenta reafirmar ese conocimiento humano ancestral que es el de unirse a la naturaleza, trabajarla, ayudarla, y no luchar contra ella, que es, a mi modo de ver, lo que hacemos constantemente, de manera voluntaria o involuntaria. Los elementos empleados para ello son las manos, que representan el trabajo, el olivo, que representa del tiempo, la constancia, la fuerza, y el significado del lenguaje musical, es decir, la representación de las manos marcando las notas do, re, mi, fa, sol, la, si, como buena sintonía de las cosas bien hechas.
Scala, 2021. Técnica mixta sobre lienzo. 81 x 65 cm.
¿Influencias de otros artistas o movimientos artísticos?
Las raíces de mi obra se alimentan sobre todo del mundo del cómic, de los clásicos de Ibáñez, también Astérix y Obélix, Tin Tín, Mafalda y sus ganas de “bajarse del mundo”, que acompañaron mi infancia. Observaba con detenimiento los detalles en los dibujos, especialmente los que ilustraban una colección de Julio Verne que rodaba por casa, libros de Conan y otros de ciencia ficción. Empecé a sentir gran interés por todo lo relacionado con el mundo del arte, también por la iconografía religiosa. Progresivamente fui ampliando horizontes hacia los bocetos con sanguina de Leonardo Da Vinci y los frescos de Michelangelo, así como la escultura y la arquitectura del Renacimiento italiano. Dando un salto importante en el tiempo, también sentí atracción por el Impresionismo y el Post-impresionismo de Van Gogh, la pintura mediterránea de principios del siglo XX con Rusinyol, Sorolla, Camarassa, y el Modernismo en general. Entre los autores más recientes, me interesan Jono Dry, Roberto Ferri, Juan Francisco Casas, Kit King, entre otros.
Háblanos de la evolución de tu obra.
Es evidente que a lo largo de estos años mi obra ha ido evolucionando y madurando, con diferente suerte según el momento. Creo que hay un antes y un después del fatídico 2020, un revulsivo para darnos cuenta de lo vulnerables que somos. Con el paso del tiempo, mis creaciones han ganado color y masa mientras perdían dibujo, o a la inversa. Mis comienzos fueron con el dibujo a lápiz grafito, también experimenté con el carbón y otras técnicas, pero lo que realmente me da seguridad es dibujar a bolígrafo. Cuando descubrí el óleo empecé a priorizar el color y la pincelada, marginando, temporalmente, la definición de la línea. Después he mezclado técnicas, con tierra, café y otros elementos orgánicos. En definitiva, siempre me ha marcado el camino aquello que siento en cada instante y, ahora mismo, lo que me apetece es recuperar el dibujo, como un retorno a mis inicios, pero con una temática completamente distinta
¿Qué supone para ti MundoArti? ¿Te ha ayudado a crecer como artista?
Descubrí la plataforma de MundoArti participando en un concurso, no sólo me informé de éste, si no de muchos más que se realizan a nivel estatal, además de becas, cursos, exposiciones, la posibilidad de trabajar con ellos e información muy útil si quieres estar en contacto con todo lo relacionado en el mundo del arte. Esta entrevista me ha permitido mostrar el origen de mi trabajo y de mi afición, dándome la oportunidad de dar un paso más en mi camino.