Entrevista a la artista Elena Moreno Vicó
- by MundoArti
- 11/12/2018
Elena Moreno Vico (El Puerto de Santa María, Cádiz, 7 de abril de 1992) es graduada en Bellas Artes y en Restauración y Conservación de Bienes Culturales por la Universidad de Sevilla.
Ha realizado distintas exposiciones nacionales e internacionales en espacios como La Hacienda Santa Ana de Tomares, Sala Magnética de Sevilla, o el Centro Cultural de Arruda dos Vinhos en Lisboa. También ha realizado algunas colaboraciones para el Centro de Arte Contemporáneo de Huelva para los artistas MP&MP Rosado.
Su gran pasión es la pintura y la escultura, por ello su trabajo es fruto de la fusión de ambas ramas. Por la influencia de sus estudios como restauradora su obsesión es mostrar el estrago del paso del tiempo sobre la apariencia de las fachadas arquitectónicas. Esta obsesión por mostrar la belleza de la ruina o de lo destruido, la ha llevado a crear unas obras que muestran el estrago de los años sobre la apariencia externa de un hogar, sobre su fachada y puerta de acceso principal, que permanecerá cerrada como símbolo de intimidad y privacidad. El paso del tiempo, patente en su aspecto, tendrá la capacidad de evocar al espectador diferentes sensaciones y pensamientos sobre esa vivienda, de lo que fue, de lo que es y de su historia vivida. Es algo que permanece oculto en la memoria de sus muros abandonados y no es más que la huella de la existencia.
Nos cuentas que tu obra es el resultado de tus dos grandes pasiones: la pintura y la escultura. Pero ¿siempre ha sido así?
En esta fusión es donde he encontrado mi sitio, donde me he sentido cómoda realmente, pero evidentemente, para llegar hasta esta conclusión he tenido que probar con anterioridad otras vertientes.
Aunque en cuanto a la técnica no haya similitudes, empecé mis experimentaciones con la acuarela, plasmando temas arquitectónicos, centrándome en elementos como fachadas y puertas. Descubrí más adelante, cuando comencé a recibir formación académica, la escultura. Entonces algo nuevo se despertó en mí. Más adelante comprendí que tendría que encauzar mi camino en esa dirección, y conseguir aunar estos dos grandes géneros.
Además, y aunque muy alejados del tema urbano, me adentré ligeramente en los retratos en acrílico de gran formato.
¿Podrías describirnos la primera obra que realizaste?
Desde niña me recuerdo dibujando y pintando, pero la primera vez que consideré una de estas creaciones como una obra artística como tal fue una pequeña acuarela de un espacio mágico y maravilloso de mi ciudad natal, la Alameda Apodaca de Cádiz. Se trata de una visión en perspectiva de una de las plazuelas que componen este espacio. Bajo una luz temprana y fría de primavera, a la izquierda un espeso manto de buganvillas y jazmines que rodean una pérgola, a la derecha la balaustrada que deja entrever el mar profundo de la Bahía de Cádiz y al fondo se adivina difuminado un monumento al Marqués de Comillas.
¿Con qué edad te diste cuenta de que lo tuyo eran las artes plásticas?
Desde que tengo consciencia he tenido claro que me dedicaría a algo relacionado con el arte. Ya con 5 años me solía sentar junto a mi padre, gran aficionado a la acuarela, cuando este pintaba en el jardín de mi casa. Allí lo observaba y corría a coger mis lápices de colores y ceras para pintar a su lado. También, a menudo, le pedía a mi madre que guardará las cajas de cereales, envoltorios y demás para poder hacer cualquier manualidad.
¿Tardaste mucho en conseguir la técnica realista?
No mucho. Siempre ha sido algo con lo que he estado familiarizada. Desde mi punto de vista es más fácil reproducir algo que conoces y que nos rodea, ya que solo basta con levantar la vista para observarlo y plasmarlo tal cual es. Me resulta mucho más difícil saber extraer una idea de esta realidad y plasmarla de forma abstracta. Admiro realmente a aquellos pintores que consiguen hacerlo.
Tus obras invitan a la reflexión. ¿Siempre buscas crear este efecto en las personas? ¿Por qué?
Por supuesto. Creo que hacer que el observador se plantee una historia, que desarrolle su imaginación y reflexione es siempre enriquecedor. No solo con mi obra, creo que con cualquier otra el público siempre siente algo y esto le hace reflexionar. El arte es un lenguaje en el que pintor a través de su obra se comunica con el espectador. En mi caso quiero, más que comunicar algo concreto, que este deje volar su pensamiento creativo, que sienta curiosidad por aquello que encierra esa puerta cerrada, que se pregunte el porqué del estado de abandono de la vivienda, quién la habitó y qué historia guardan sus paredes.
¿Cuál es tu obra favorita? Descríbenosla un poco.
No podría decir una sola. Tengo tantas como pintores y escultores favoritos. No podría distinguir tampoco un estilo o época predilectos. Simplemente cuando estoy delante de una de ellas, lo sé, siento algo especial que me estremece y me emociona. Aunque hay una característica en la que siempre suelen coincidir, son obras donde se refleja que el pintor se ha dejado llevar, que se ha vaciado sin preocuparle que pueda encantar u horrorizar a los espectadores.
¿Actualmente estás trabajando en alguna colección nueva?
Por motivos laborales ahora dispongo de poco tiempo para trabajar en algo nuevo de manera física. Me refiero con esto a que siempre se tiene algo en mente aunque no lo puedas realizar de forma física. Siempre me acompaña un cuaderno donde anoto todas mis ideas y obviamente la cabeza nunca deja de trabajar en una colección nueva. Tengo un proyecto que espero en breve llevar a cabo.
¿Hay alguna curiosidad sobre ti que te gustaría contarnos?
Además del arte, mi otra pasión es la cocina y en especial la repostería. Cuando dispongo de tiempo paso las horas con mis moldes, varillas y recipientes preparando galletas, tartas y postres.
¿Podrías dar algún consejo a aquellos artistas que acaban de empezar ahora?
Creo que no estoy en condiciones de dar muchos consejos, ya que yo también he empezado hace muy poco. Simplemente que persistan, que trabajen duro y luchen por aquello que hacen. Que muchos les cerraran las puertas y les dirán que no sirven, pero en algún momento habrá alguien que se emocione con su trabajo y que lo valore. Eso les hará coger fuerzas. Decirles que deben creer y tener confianza en ellos mismos porque, si lo que hacen tiene sentido para ellos, para otros también lo tendrá. Que se formen, que es sin duda algo crucial y que nunca dejen de trabajar y de esforzarse, solo así puedes llegar a ser lo que quieres ser.
¿Dónde te ves en el futuro?
Espero poder vivir del arte. Me gustaría poder disfrutar de una vida en la que mi gran pasión me permita tener una existencia plena, produciendo obras que me llenen, a mí y a aquellos que las vean. Hacer que la gente, al igual que yo disfruto, ellos lo hagan observando mis obras. Quizás me vea viviendo en una gran ciudad como Madrid, con un estudio para trabajar cada día, disponiendo de tiempo para mi pintura, mi familia y todo aquello que me enriquece como artista y como persona.