Entrevista al artista plástico Freddy Morales
- by Mundoarti
- 11/05/2022
Cuéntanos sobre ti
Soy Freddy Morales, oriundo del Zulia, región petrolera de Venezuela. Mis primeros pasos en el arte se iniciaron a muy temprana edad. Desde niño los obsequios que más valoraba eran las cajas de crayolas (Berol prismacolor) que mis padres y tías ponían en mis manos durante cada cumpleaños y fiestas decembrinas. También disfrutaba sobremanera creando figurillas con arcillas poliméricas, por aquel entonces los colores no eran tan fulgurantes como los de hoy, sin embargo, hacía mezclas propias para intentar ampliar la gama de colores de la paleta.
Soy el mayor de los nietos por la línea paterna y materna. En la creencia de mi familia se relata con frecuencia de manera anecdótica que el día de mi nacimiento mi abuela paterna, Benicia Morales, me bendijo en voz alta exclamando “Dios puso un pincel en tus manos”. Años más tarde estoy convencido que el talento me es innato.
Afortunadamente tuve la grandísima suerte de recibir consejos de Doña Carmen Rosalía González Agreda sobre mis trabajos de escultura. Conocida como Lía Bermúdez fue en vida una artista plástica y escultora venezolana de renombre internacional, una de mis críticas y consejeras. La propia Lía, durante una tarde que me reuní con ella en el Centro de arte de Maracaibo, y tras haber revisado mi incipiente trabajo escultórico me dijo: “podrás llegar a ser un gran artesano”. Hoy todavía persigo ese sueño...
Si bien el arte me apasiona, como ninguna otra cosa en el mundo, obtuve en la universidad una licencia de Gerencia de Recursos Humanos y a día de hoy soy Coach Ontológico y Mentor Gerencial. Todo este tiempo he sido capaz de conjugar en perfecto equilibrio mi vida corporativa con la pasión por el arte. Siempre hay un espacio y tiempo muy relevante en mi vida para documentarme, desarrollar proyectos de escultura, pintura, hacer joyería, ebanistería, etc.
¿Qué disciplina/s artística/s trabajas?
Claramente soy autodidacta y practico el empirismo en todo lo relacionado con el arte, puedo pasearme desde el óleo hasta las pinturas acrílicas, desde la joyería con oro, cuarzos, bronce, cobre hasta el plástico y cuero; también ir desde la madera al metal y de la arcilla natural al polymer clay, la cerámica y el gres hasta esculturas hechas con materiales reciclados.
Dudo que en el futuro me encasille en una sola disciplina. Mi estilo no es único y la sorpresa de trabajar con nuevas técnicas y materiales me reta a hacer siempre cosas nuevas y más ambiciosas. Si bien, una constante a destacar en mis obras es la representación de las flores. Este es quizá el único aspecto o sello personal que siempre intento plasmar en las diversas piezas, aunque sea de manera muy sutil, quizás porque simplemente amo las flores (todas ellas).
Mi estilo no es único y la sorpresa de trabajar con nuevas técnicas y materiales me reta a hacer siempre cosas nuevas y más ambiciosas.
Si tuvieras que definir en una frase los propósitos de tu trabajo, ¿qué dirías?
Yo diría que el propósito de mis creaciones se sustenta sobre la base de Corazón, Visión y Perseverancia. Esta es mi autodefinición. Derramo todo el amor que siento por las artes en la pieza artística, imagino y creo, traigo desde el plano mental hasta el físico lo que más tarde se convierte en una pieza artística y el propósito no es otro que crear sonrisas, emociones gratificantes en quienes ven y palpan las distintas creaciones.
Soy de la opinión que todos los artistas, sin discriminar las disciplinas, debemos ser capaces de moldear no sólo los materiales sino también “los estados de ánimo de las personas” de ese público objetivo. Los artistas plásticos con nuestro granito de arena podemos mantener viva la idea de que existen cosas sublimes y asombrosas en este mundo hecho por el ser humano, me refiero a las artes plásticas de las que se puede disfrutar, analizar, debatir, aprender, maravillarse. Aún hay mucho que decir y hacer en esa línea de trabajo.
Cuéntanos un poco más sobre tus influencias. ¿Algún familiar que ya fuera artista?
Un tío de mi madre fue un pintor callejero del estado Zulia en Venezuela, que dedicó buena parte de su vida adulta a recrear en lienzos aves y paisajes, especialmente aves. Luís Guillermo Piñeiro Quiva se llamaba aquel pintor y a pesar que padecía desequilibrios en sus facultades mentales era de admirar su serenidad plena a la hora de hacer trazos coloridos con magistral dominio de pinceles, acuarelas y rotuladores. Luís el artista habitaba en el cuerpo de un hombre con claros síntomas de locura (clínicamente probado).
Yo que le veía normalmente a las sombras cuando él pintaba, sentía que muy en el fondo había un artista plástico de un gran tenor lleno de paz dentro de tanto caos. Con cierta frecuencia mi madre ponía en mis manos aquellas maravillosas pinturas (sólo para observarlas de cerca) y charlábamos acerca de lo realista que eran las plumas de las aves que Luís pintaba o de cuántos tonos de verdes había incorporado en el lienzo cuando se trataba de recrear paisajes naturales. Me hubiese gustado muchísimo que aquellas circunstancias hubiesen sido diferentes para poder acercarme más a él y aprender de sus técnicas tan prolijas y artesonadas.
¿Es fácil ser artista? ¿Cuánto tiempo te lleva realizar una obra?
Ser artista es relativamente fácil, especialmente si se lleva en la sangre el “don”, lo que es muy cuesta arriba es darse a conocer y, sobre todo, que se le valore en la justa medida las creaciones a tantísimos artistas talentosos que hoy existen.
Como en la música, las artes escénicas, entre muchas otras, hay entre sus filas muchísima gente talentosa, con mucho que ofrecer, pero si detrás no hay un fortísimo marketing y/o patrocinio, muchas veces el artista, el artista plástico en este caso, se queda a las sombras.
Cabe destacar que en mi caso ser artista requiere de mucha disciplina (lo cual disfruto por ser del signo Virgo), compromiso, responsabilidad, inversión financiera y tiempo, no obstante, al administrar bien todas esas variables se logra que las obras se produzcan y reproduzcan sin detenerse mucho a pensar en todo ello. Normalmente una obra, si me dedico full time a su creación, me toma un mes de trabajo ininterrumpido. Como meta anual me trazo objetivos a principios de año en los que me establezco elaborar sólo 12 piezas (pintura, escultura, más recientemente fotografía, etc.), depende también de la demanda que surja en un año calendario.
Si tuvieras que elegir una palabra que te definiera ¿cuál sería?
Soñador. Disfruto creyendo que todo es posible, además soy un hombre de fe, creyente, que da gracias a Dios cada día por el don que me fue confiado. Las artes plásticas son a mi modo de ver una expresión del alma, una manifestación de la esencia divina que muchos llevamos dentro y que nos recuerda que existe algo superior, que venimos de algún sitio en el que pudimos ver cosas que ahora mismo no existen en este mundo pero que son verdad y que por medio de esa experiencia pasada podemos crear cosas impensables para las leyes universales que conocemos. Como todos, envejezco, pero mi mente, mis proyectos artísticos y mi afán de hacer obras cada vez mejores están cargadas de tanta pasión como hace 30 o 40 años atrás. Me he comprometido a seguir soñando mientras viva y siempre que sea posible procurar materializar esos sueños en obras de arte que todos puedan ver y tocar.
¿Algún dato curioso sobre ti?
Sí, hay muchos. En cuanto a colores adoro utilizar el dorado, plata y oro, son sin dudas mis favoritos. Por otra parte, el nombre de mi cuenta de Instagram tiene mucho que ver con la manera en que realizo mis trabajos; evito recrear personas, animales o cosas que ya se pueden ver andando por la calle, prefiero dar un paso más allá y crear novedades fantásticas, no utilizo moldes o fabrico en serie piezas de ningún tipo o estilo, más bien intento ser fiel a aquello de “Sin Molde” para que cada cual que obtiene u obtenga una pieza mía sea única y exclusiva.
Aprovecho la oportunidad para relatarles también brevemente un hecho curioso que me ocurrió cuando apenas era un impúber. Un día cuando acompañé a mi abuela materna y mi madre en la búsqueda de una propiedad inmobiliaria, recuerdo que en el salón de aquella casona en venta había un señor bastante mayor haciendo un no sé qué para lo cual utilizaba una lupa de gran dimensión y en su sitio de trabajo había además centenares de óleos y pinceles. La negociación no se concretó y nos marchamos de aquel sitio. En mi mente se repetía diariamente la escena de aquel personaje trabajando en algo minúsculo que no logré ver bien de qué se trataba. Para mi sorpresa, unas semanas más tarde, leí en el semanario (no existía el internet ni las RRSS) que ese señor había escrito la biblia en un grano de habichuela; se trataba de un miniaturista famoso que solía pintar en granos de arroz y similares. Con esto quiero decir que soy curioso por naturaleza, que me sorprendo con facilidad, lo disfruto, conservo de forma inalterable la ingenuidad de un niño y todo lo relacionado con el arte me acelera desde siempre el corazón, en fin, soy un soñador.
¿Qué supone para ti MundoArti?
MundoArti para mi es una ventana que ofrece una posibilidad de darse a conocer, es un portal que vale la pena traspasar para formar parte de un grupo más diverso y con alcance global. Yo vengo siguiendo los aportes de MundoArti desde hace bastante tiempo (de forma pasiva). Me gusta su oferta de valor, me hace sentir cómodo su propuesta de negocio, me generan confianza, percibo la relación de artista MundoArti como un ganar-ganar, eso es tremendamente valioso porque hay centenares de ofertas similares en el mercado, pero el resto tiene un matiz en extremo mercantilista y a mí personalmente me gusta sentirme bien tratado, respetado, valorado y tan bueno como cualquier otro artista. Esto es para mí es MundoArti.
El que trabaja con sus manos, su cabeza y su corazón, es un artista. Francisco de Asis
Gracias Freddy por abrirnos tu mente y alma en esta entrevista. Invitamos a todos los lectores a disfrutar de tu creatividad "sin molde" en:
Instagram: @SinMolde_Arte