Entrevista al escritor Julián Urbistondo

Hoy entrevistamos a Julián Urbistondo Romero, escritor apasionado de la literatura y abogado de profesión. A pesar de estar encorsetado, dentro de unos límites qué son los que establecen las leyes, es una persona muy creativa. Compagina el desempeño de su actividad con la escritura, la docencia y tocar el saxofón y la flauta travesera.

Desde cuando escribes, ¿qué te motivó a hacerlo?

Lo cierto es que lo hago desde muy pequeño. Aún conservo mi primer manuscrito de cuando tenía diez años, titulado “Muramos con honor” y que presenté a un concurso convocado por mi padre al que nos presentamos mi hermana y yo. Por supuesto perdí, entre otras cosas porque mi hermana era dos años mayor que yo y eso entonces era mucho tiempo.

Me motivó a hacerlo el mundo de la imaginación, que siempre ha prevalecido sobre el real en mi interior. Con esto no me refiero a la ciencia ficción o a lo imposible en sentido estricto, si no a lo hipotético, a lo alternativo, a las variantes de la vida. Siempre me dijeron que estaba en otro mundo, y en cierto modo era y es verdad, ya hace un tiempo que me he dado cuenta de que lo estaba y sigo estando.

¿Has publicado alguna vez un libro?

Pues a raíz de aquella primera experiencia, que recuerdo por tener cierto carácter solemne (a pesar del resultado), seguí escribiendo cuentos. Con la edad pasé a relatos cortos como “Vida y muerte al atardecer” en el que Judas, arrepentido, secuestra a Cristo camino de Calvario y éste le convence de que le devuelva a su destino generando estupor y angustia en un Judas destrozado, o “En horas bajas” en el que se mezcla la culpa por una omisión de socorro en aras a la manutención del estatus social de un médico.

Años más tarde publiqué mi primera novela “Cuando todos se han ido” con Imagin ediciones. La novela consiste en la lucha por la vida de cada paciente a pesar de su condición terminal. Los personajes son pacientes de cáncer que esperan en una consulta médica oncológica, los cuales son secuestrados por un psicópata que quiere asesinarlos para evitarles sufrimientos.

Luego publiqué “Diario en Blanco y Negro” (edit. el tercer nombre, colección Almirante) con muy notable acogida en crítica. Relata la doble vida de un profesor de filosofía atormentado por un trauma infantil que se va plasmando en un diario que jamás leerá y que busca, de forma insólita, la solución final.

A continuación, escribí “Todo empezó en Veracruz” en la actualidad colgada en Amazon Kindle y que es probablemente una de mis obras más completas en cuanto acoge el género de novela negra y el humor.

Próximamente espero publicar “Baker y Hopking”, relación epistolar entre dos lords británicos. A través de sus cartas intercambian desde detalles cotidianos que esconden sentimientos cuestionables hasta confidencias peligrosas que no dejan sitio al remordimiento. Sin embargo, el lector lejos de juzgar a dos buenos amigos que se toman la justicia por su mano queda atrapado en un ambiente de papel, tinta y olor a habano.

“Todo empezó en Veracruz” es probablemente una de mis obras más completas en cuanto acoge el género de novela negra y el humor.

Háblanos de la obra “Todo empezó en Veracruz”

Consiste en la investigación del secuestro de un recién nacido para la celebración de un ritual satánico, investigación que inicia un improvisado y original equipo paralelo al policial, con un final imprevisible y un punto nostálgico. La caracterización de los personajes, la forma de relacionarse entre sí y las complicadas derivas -como internarse en un sanatorio psiquiátrico, espiar el interior de un monasterio, etc.- llevan a situaciones de tensión, suspense y también de humor. En esta novela lo pasé muy bien escribiéndola lo cual creo que es un buen síntoma cara al lector. También, hay una difícil historia de amor de fondo que, cómo no, confluye en la investigación.

Para todos los artistas que nos están leyendo y que actualmente presentan un bloqueo artístico, ¿qué consejo les darías? 

Bueno, partiendo de la base de que yo no soy quién para dar consejos a nadie, si hago una excepción, les diría que el bloqueo como viene se va a no ser que uno se obsesione. Creo que hay que aceptarlo como una racha, sin más. Hay épocas, no sé por qué, en las que uno está mucho más creativo y hay que aprovecharlas como los surfistas hacen con las olas. Lo que considero vital es no obsesionarse, porque entonces deja de estar relajado y se agarrota, perdiendo la concentración para cuando le vuelve -que siempre vuelve- la creatividad. Se trata de esperarla de forma natural. A todos nos pasa. Yo suelo anotar ideas y reflexiones para una próxima novela.

Cuéntanos algo curioso sobre ti

Me gano la vida como abogado en ejercicio lo cual implica desempeñar una actividad digamos bastante reglada, en tanto en cuanto, me someto al rigor de la interpretación de las leyes en la práctica habitual. Aunque sí es cierto que puede dar lugar a visiones distintas (de ahí los procedimientos judiciales), no me atrevería a calificar como de muy creativa. Por eso muchas veces me siento como el doctor Jekyll y mister Hyde: uno debe estar totalmente pendiente de la realidad jurídica diaria para poder estar actualizado en el conocimiento de las leyes, mientras que el otro, vaga libremente en su mundo de fantasía e historias figuradas. Lógicamente, en mi ejemplo, mister Hyde no tiene connotaciones negativas.

¿Qué supone Mundoarti para ti?

Pues mire usted, en un mundo en el que el apoyo y la ayuda al talento (al arte y a la literatura) destacan por su ausencia, el hecho de que existan iniciativas de esta naturaleza no solo es un motivo para la alegría, sino que constata que estamos ante una iniciativa de enorme importancia y trascendencia. Ojalá cundiese el ejemplo y surgiesen más acciones en este sentido. Es muy de agradecer la labor de mundoarti.

 

Muchas gracias Julían por esta entrevista y por permitirnos conocer un poco más de ti. Estaremos muy pendientes de la publicación de tu nueva novela titulada “Baker y Hopking”. Esperamos que pronto esté terminada y pueda ver la luz. Invitamos a seguirte en:

 

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