Pasos para envolver o embalar un cuadro de forma adecuada

Trasladar un cuadro, ya sea mediante una empresa de transporte o en tu propio vehículo, es un proceso delicado al que hay que prestar especial atención.

En este artículo encontrarás consejos para que el embalaje proteja correctamente tus obras de arte y lleguen en perfectas condiciones a su destino. Al final encontrarás un enlace a un vídeo explicativo.

En primer lugar, cuando nos disponemos a embalar un cuadro debemos procurar que la pieza no sufra daños, prestando atención a los cambios de temperatura, la humedad u otros factores que pueden deteriorar la obra.

Tenemos que tener en cuenta que el embalaje de la obra tiene que tener un aspecto ordenado, además de incluir un seguro de transporte. Si no cuidamos que el embalaje sea lo más profesional posible, nos arriesgamos a que el receptor piense que no valoramos lo suficiente nuestra obra.

Si el transporte lo realicemos nosotros mismos debemos asegurarnos que el lienzo se mantiene sujeto y asegurado dentro del vehículo, para minimizar los riesgos.

En el caso de una venta, conviene incluir el certificado de autenticidad de la obra, así como una nota de agradecimiento al cliente por la compra.

Adquiere el material específico para embalar un cuadro. A continuación, encontrarás un listado de todo lo necesario:

- Papel libre de ácidos o espuma

- Cinta adhesiva o de embalar

- Plástico de burbujas

- Plástico film

- Cartón duro

- Esquineras de cartón

- Cinta de carrocero

- Permanente negro

- Caja de cartón con tapa

 

¿Cuáles son los pasos a seguir para embalar un cuadro?

1-. Prepara una superficie plana y estable para embalar cómodamente la obra.

2-. Si la obra está enmarcada con vidrio, haz una “X” con cinta adhesiva. Con esto conseguiremos protegerlo o mantenerlo en su sitio si se rompe.

3-. Envuelve el cuadro con papel libre de ácidos o espuma para no dañar la obra.

4-. Coloca las esquineras de cartón en cada esquina del marco para proteger de los golpes.

5-. Cubre la pintura con cartón grueso, aunque también puedes utilizar gomaespuma o paspartú. Si la obra está enmarcada, hazlo a la medida del marco.

6-. Envuelve la obra en plástico film y dale algunas vueltas hasta que el cartón no se mueva y quede firme. Es muy recomendable envolver el cuadro primero en plástico film ya que hay riesgo de que las burbujas se dejen marca.

7-. Envuelve la pintura con plástico de burbujas. Las burbujas tienen que estar en la parte de afuera. Asegura los bordes en la parte trasera de la obra con cinta de carrocero.

8-. Busca una caja de cartón que se ajuste al tamaño de la obra o haz una caja a medida doblando un trozo de cartón. Cierra la caja y ponle cinta de embalaje. Asegura las aristas y dale varias vueltas, de esta forma la obra se mantendrá fija en el interior. 

9-. A continuación, envuelve la caja en plástico film hacia ambos lados para que el paquete sea más compacto y la obra no se mueva durante el transporte. Finalmente, envuelve la obra con cinta de embalar para que el papel film no se rompa.

10-. Añade la dirección del destinatario en la parte inferior derecha del paquete y la del remitente en la superior izquierda.

11-. Por último, con un permanente negro o rojo escribe “FRÁGIL” así el transportista sabrá que el contenido es delicado.

*También puedes utilizar una caja de madera hecha a medida por un carpintero. Ésta opción es la más segura y utilizada por artistas profesionales, pero requiere de una mayor inversión inicial.

 

VÍDEO TUTORIAL DE CÓMO EMBALAR UN CUADRO