Entrevistamos a la artista multidisciplinar Leticia Izrego
- by MundoArti
- 05/05/2023
Cuéntanos sobre ti
Mi nombre artístico es Leticia Izrego, soy artista, investigadora y cooperante internacional.
Actualmente soy profesora de Arte, Historia y Cine en la Universidad Estadounidense con sede en España, University Studies Abroad Consortium (USAC); e instructora del taller "Cuerpo en movimiento" financiado por el Servicio de Asuntos Sociales de la Universidad de Salamanca (USAL).
Trabajé recientemente en cooperación española (AECID), en la Universidad de Adís Abeba (Etiopía), donde impartí el taller “Living arts & Decolonial feminisms”, financiado por el programa ACERCA de Capacitación para el Desarrollo en el Sector Cultural.
Fui cofundadora de la ONG de ayuda humanitaria No Name Kitchen (Belgrado, Serbia). He sido cooperante en el Hogar Migratorio La 72 (Tenosique), y en el Centro de Derechos Humanos Frayba con la comunidad Indígena (Chiapas, México, 2017).
Soy Doctoranda en performance de autolesión en el departamento de Historia Contemporánea de la Universidad de Salamanca (USAL), y trabajo en el Seminario Internacional de Historia Contemporánea de los Derechos Humanos (SIHCDH) de la Universidad de Salamanca (USAL), por lo que mezclo mis facetas de investigadora y cooperante con la de artista, para generar obras de pensamiento crítico.
¿Podrías contarnos en qué consiste tu trabajo en Etiopía?
Se trata de un proyecto que mezcla mis facetas de cooperante con las de artista, se llevó a cabo en cooperación española (AECID), en la Universidad de Adís Abeba (Etiopía), y está financiado por el programa ACERCA de Capacitación para el Desarrollo en el Sector Cultural.
Es un proyecto muy interesante y muy bonito, para el que desarrollé el taller “Living arts & Decolonial feminisms” para trabajar con mujeres artistas etíopes o mujeres con inquietudes artísticas y/o ganas de experimentar en el campo del arte y el feminismo.
Se trata de un intercambio dentro de los parámetros del feminismo decolonial, fomentando la conciencia crítica y el crecimiento personal de las participantes, alternando espacios de reflexión y debate grupal con proyectos artísticos individuales. Reflejando en sus obras inquietudes, necesidades, o expresiones para generar entendimiento y sororidad en el grupo.
Trabajamos a través del arte el cuerpo como lienzo, para desarrollar temas en contexto y en torno a él, como la autoestima, o el empoderamiento. Así como con materiales cercanos para desarrollar obra plástica y un mural pictórico conjunto de temática feminista.
¿Qué disciplina artística trabajas? ¿Cuáles son tus temáticas?
Soy artista multidisciplinar o “indisciplinada”, experimento y adecuo los materiales a la teoría, realizando obras desde pintura o fotografía hasta performance, instalación, narrativa o música, entre otras.
Investigo temas como el feminismo postestructuralista y decolonial, la funcionalidad del arte como fuente de información-formación y como catarsis o terapia, las posibilidades de un nuevo lenguaje plástico y musical neutros, capaces de dar cuenta de la sexualidad conceptual, la automaticidad de la sociedad y su relación con la creciente dependencia de la tecnología, con la quiebra del ecosistema, y con la “denigración de la arruga", así como las conexiones de todos estos fenómenos con la pérdida de empatía contemporánea y la crisis migratoria.
Si tuvieras que definir en una frase los propósitos de tu trabajo ¿qué dirías? Y Si tuvieras que elegir una palabra que te definiera ¿cuál sería?
Mi identidad se define por mi trabajo e inquietudes, en el año 2017 estuve viviendo y trabajando en México, crucé desde el DF hacia todo el sur del país, pues quería conocer el arte, la investigación y los conflictos migratorios en el país. Estuve de investigadora y ponente en la Universidad Iberoamericana de México DF en temáticas de narrativa y desobediencias corporales; en Cuernavaca con Rocío Bóliver, artista de la contracultura mexicana y de las más conocidas en la actualidad, e hicimos juntas talleres y performance, somos buenas amigas desde entonces. Después trabajé en San Cristóbal de las Casas como curadora en una galería de arte, y mis últimos trabajos allí fueron como Cooperante en la selva de Chiapas con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, A. C. (Frayba) en la comunidad Zapatista, y en Tenosique en el centro de migrantes La 72.
En todos aquellos lugares me llamaron varias veces Artivista, una hibridación entre el arte y el activismo, y el término comenzó a formar parte de mi identidad. Por aquel entonces desconocía el neologismo, ya que fue utilizado por primera vez por miembros del EZLN en 1997, y se ha desarrollado en los últimos años como protesta hacia las problemáticas que acarrea la globalización.
Pero me sentí muy identificada por esa mezcla de Arte y Cooperación que conlleva mi trabajo, en el radio político-social-comunitario, para trabajar la conciencia y/o denuncia social desde el arte y la estética. El Artivismo es un arte reivindicativo para dar visibilidad a mensajes sociopolíticos.
¿Alguna influencia en la familia? ¿Algún familiar que ya fuera artista? Cuéntanos un poco más.
Mi abuelo paterno, Mariano “El herrero”, era un hombre adelantado a su época, muy admirado por quienes le conocimos. Además de herrero era tabernero y en la taberna siempre había arte, pues hacía teatros de sombras, componía, cantaba, hacia monólogos, un artista de otro siglo. Contaba entre risas y refranes historias reales, un profesor sin lugar a dudas, que me acercó historias y personas como Paco Ibáñez o El Pernales. Sus historias, su felicidad y su arte marcaron quien soy.
Háblanos de la obra Tender Rasgos expuesta éste último mes de marzo en la exposición “Entre Sábanas”, del I Festival de Arte y Feminismos del espacio artístico “El Bodegón”, en Béjar, y háblanos también de la técnica o procedimiento que empleas.
La exposición se denomina Entre Sábanas, ya que la Sábana es el nexo común de las artistas que exponemos en el Festival de Béjar.
La obra que muestro, “Tender Rasgos”, es una instalación, que consta de fragmentos de látex a modo de piel humana, hechos a partir de mi propio cuerpo, que cuelgan a modo de tendedero de ropa junto a una sábana-collage de fotografías del proceso y dos cajas de madera con estampación de linóleo que contienen más pieles.
Remite a lo cotidiano de manera sutil y desagradable. La acción de secar la ropa con pieles humanas, un claro discurso de estereotipos corporales de género y/o raciales, en una sociedad patriarcal que excluye los cuerpos.
Habla de las apariencias, no elegimos nuestra piel, pero vivimos bajo ella. La obra muestra la piel que generalmente se esconde, las arrugas que nos avergüenzan en una sociedad obsesionada por el cuerpo y donde prima la juventud, especialmente sobre las mujeres. Muestra lo que realmente somos, nuestras debilidades, lo efímero del ser humano, la fragilidad y la vulnerabilidad de la transparencia de la piel o del cuerpo.
El cuerpo diseccionado a fragmentos nos proporciona más información que un diario, miles de sensaciones integran las arrugas incrustadas de manera irreversible, construyendo las piezas de un cuerpo roto. La vida cimenta una base de experiencias y elecciones, a base de parches, una tela que nos envuelve, nuestra identidad. Explorar la imagen de una misma fragmentando el cuerpo, en pedazos.
Se trata de una obra efímera como el cuerpo, la muerte se esconde en alguna parte, una mezcla de lo sombrío y lo poético de las telas flotando en el aire de forma casi hipnotizante. La transparencia de la piel de látex deja pasar la luz a través haciendo énfasis en esa vulnerabilidad, las arrugas son un signo de desaparición.
La piel como frontera del organismo con el medio externo. Su función primordial es la adaptación al entorno y la conexión del individuo con el medio ambiente. La piel como vehículo de las sensaciones y factor determinante en las interacciones sociales en el plano social, cultural y/o erótico. Una vía directa de comunicación, de placer y dolor, tocar, ser tocada o autotocarse. Un papel clave en la apariencia y en la imagen personal, como condicionante de la identidad, frontera de cambio, de adaptación, y de autoaceptación.
¿Participas en concursos de arte? ¿Has ganado alguna vez o has quedado finalista?
Cuando era estudiante de Bellas Artes me presenté a varios concursos, y gané varios también sí, viene bien para dar visibilidad a tu trabajo.
Hoy en día no tengo mucho tiempo de presentarme, aunque no lo descarto pues hay certámenes muy interesantes, pero los últimos años me dedico más a montar exposiciones, participar en congresos de investigación, realizar performance en certámenes, o la docencia.
¿En qué red social recibes más interacción con tus seguidores y te sientes más cómoda?
Tuve redes bastante tarde, en parte por pereza, pues me cuesta dedicarle tiempo, pero también porque pueden ser contraproducentes, ya que generan ciberacoso, o crean expectativas poco realistas o adicción. Sin embargo, bien utilizadas tienen un sinfín de ventajas, ponerte en contacto con diversidad de arte, temáticas sociales, personas interesantes, generar interacciones…
Por lo que cuando generé mi Instagram me percaté de lo rápido que creció, aumentando las exposiciones y/o la repercusión de mi trabajo. También utilizo otras redes, pero la que mejor me funciona por el momento es Instagram ya que es muy visual.
¿Recibes mensajes de agradecimiento de personas que ven tus obras? ¿Crees que estás cumpliendo tu cometido?
Recibo sí, de personas que ven mi trabajo, al trabajar temáticas sociales o de derechos humanos en general, suelen darme sus percepciones.
¿Es fácil ser artista? ¿Cuánto tiempo te lleva realizar una obra?
Ser artista es una utopía, ser únicamente artista es prácticamente imposible, no hay una renta digna, es por ello que la mayoría de los y las artistas nos especializamos a su vez en otras disciplinas. Todo lo que hago se encuentra relacionado, me enriquece y forma como profesional en temáticas, obras y/o proyectos que desarrollo.
La duración de generar obra depende del tipo de obra, pero en todos los casos es procesual. Es decir, lleva tiempo, una performance o acción necesita de ideas, materiales, el lugar, que todo tenga coherencia; en una instalación de látex el proceso de las telas es largo, usar el material para generar los moldes en la piel, extraerlo, el tiempo de secado; en un cuadro debes formular ideas, bocetos, pensar en composición, colores… puede ir desde semanas a meses o incluso años.
En todos aquellos lugares me llamaron varias veces Artivista, una hibridación entre el arte y el activismo, y el término comenzó a formar parte de mi identidad.
¿Has realizado alguna exposición? En caso afirmativo indícanos las exposiciones realizadas y sus correspondientes lugares.
Mi primera exposición artística fue Cicatrices, una Video-instalación del colectivo Lilitu & Lili (junto a la artista Natalia Sanz-pastor) para el Certamen artístico “Blog 09 La Condición atmosférica”, en el Centro de Arte Joven de Madrid. Desde entonces he realizado numerosas exposiciones dentro y fuera de España, al haber residido una década fuera, algunos de estos lugares son: la Galería Off Limits o el Centro Cultural Paco Rabal de Vallecas de Madrid, el Palacio de la Mosquera en la Muestra de Arte Contemporáneo de Arenas de San Pedro de Ávila, el Museo La Tallera de Cuernavaca (México), la Galería Beoproject de Belgrado (Serbia), o el Forte da Capoeira de Salvador de Bahía (Brasil), entre otros.
Me centraré solamente en el último año de 2022 a 2023. Actualmente me encuentro preparando una exposición para el festival cultural oficial de Madrid Orgullo “Muestra t”. Recientemente como comenté expuse la obra “Tender Rasgos” en la exposición Entre Sábanas del I Festival de arte y feminismos de Béjar (Salamanca). Durante el taller que impartí en Adís Abeba University (Etiopía), por Cooperación Española (AECID), junto a varias artistas etíopes generamos un Mural Feminista en la ciudad de Addis Abeba (financiado con el programa ACERCA de Capacitación para el Desarrollo en el Sector Cultural); donde también realicé un teatro encuentro “Colorblind Chameleona” en las Jornadas de Género y Desarrollo de AECID en Etiopía.
Realicé la acción “Franja Morada” una acción pública en Madrid, la performance “Palabras negras” para Sobremesa, las jornadas formativas sobre la crisis social y ecológica de Soria; la “Performance de Reconciliación” en el V Congreso de Arte de Acción en la facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid y la performance “Armar agua” tras la invitación de Rocío Bóliver a participar en el Taller: Desencriptando la performance del Museo La Neomudejar en Madrid.
En cuanto a pintura realicé la obra “Pensamiento bloqueado, sociedad de egos” para la exposición Mujeres y Pandemia del Palacio Aramburu en Tolosa, en Guipúzcoa; la obra “Outlander woman, Pies de trata y pensamiento Bloqueado” en la Exposición del Congreso Internacional sobre Género y Derechos Humanos: Violencia contra las mujeres y niñas, y políticas públicas. Reto de los Derechos Humanos en el siglo XXI; y la pintura “Outlander Afghanistan” en la exposición Obras ante el olvido, en la Galería Gómez de Caso del Campus María Zambrano de la Universidad de Valladolid, Segovia.
Por otro lado, suelo compaginar las exposiciones artísticas con intervenciones artísticas en el espacio público, talleres y/o charlas, y ponencias en congresos de investigación.
Tenemos entendido que estás trabajando en un proyecto. ¿Podrías adelantarnos algo?
Claro, nos encontramos con el habilitamiento y creación de un taller y residencias artísticas en mi lugar de origen, Santa María del Berrocal (Ávila).
La residencia artística “El Telart”, se plantea con el principal objetivo de estimular la creación artística contemporánea en cualquier disciplina, el entorno rural (artes visuales, escénicas, performativas, u otras). Donde abordaremos temáticas de teoría de género, feminismo decolonial, derechos humanos y cooperación internacional a través de una perspectiva teórico-crítica, y una visión colectiva de colaboración en el marco de procesos comunitarios rurales de la España vaciada.
El objetivo principal de El Telart, es realizar un intercambio, fomentando la conciencia crítica y el crecimiento personal de las participantes, pues se enfoca a mujeres artistas, debido a la mayor dificultad de desarrollar carrera causa de la brecha de género. Trabajaremos alternando espacios de reflexión y debate grupal con proyectos artísticos individuales. Reflejando en las obras de las artistas participantes inquietudes, necesidades, o expresiones para generar entendimiento y sororidad en el grupo.
Observando las problemáticas de la España vaciada y de la falta de inclusión a personas racializadas, la intención de El Telart, es promover el desarrollo de metodologías de creación artística para hablar del desastre de lo que ocurre en las fronteras con personas migrantes y los problemas del mundo rural, abriendo sus puertas a la población local para generar un intercambio.
Los países que más sufren la desigualdad y los territorios rurales europeos tienen similitudes, pues no evolucionan de forma homogénea con problemas de despoblamiento, desertificación, acceso a servicios esenciales y procesos extractivistas, con impactos ambientales, de seguridad humana, salud, educativos, sociales, culturales, de género y/o laborales. Se comenten violaciones de derechos humanos derivadas de un sistema racista-colonial.
Los derechos humanos son indivisibles, interdependientes y están interrelacionados, por lo que los impactos negativos se traducen en la violación de una multiplicidad de derechos humanos.
Para todos los artistas que nos están leyendo y que actualmente presentan un bloqueo artístico. ¿Qué consejo les darías?
Los bloqueos artísticos provienen del fenómeno del 'síndrome de la impostora', hablo en femenino ya que es importante la brecha de género, pues este problema es más frecuente en mujeres causa de la baja autoestima generado por un sistema machista.
Podemos trabajar diferentes pautas, a veces, un bloqueo creativo puede ser el resultado de un exceso de trabajo o estrés. Tomarse un tiempo para descansar y relajarse puede ayudar a liberar la mente y fomentar la creatividad.
Es importante tratar de cambiar tu entorno o realizar actividades diferentes a las habituales que estimulen la creatividad, o experimentar con diferentes técnicas que no suelas utilizar para descubrir nuevas formas de pensar y crear.
Buscar inspiración en otras formas de arte, en la naturaleza o en experiencias cotidianas. La inspiración puede venir de cualquier lugar, y a veces solo se necesita un poco de tiempo.
Trabajar en pequeñas metas en lugar de tratar de realizar un proyecto completo, puede ayudar a evitar la sensación de abrumamiento y fomentar un enfoque más práctico.
Y también es importante colaborar con otros artistas, investigadores o de otras materias, ya que puede ser una forma de estimular la creatividad y fomentar nuevas ideas.
¿Algún dato curioso sobre ti que involucraras en algún proyecto?
Estoy escribiendo una novela ilustrada sobre la experiencia migratoria, ya que he vivido diez años fuera de España, en Inglaterra, Malta, Francia, Serbia, México y Portugal, también he trabajado en Brasil y Etiopía.
Existen varios tipos de migración, no es lo mismo una persona que huye de una guerra, alguien que lo hace para encontrar un mejor trabajo, o el nomadismo digital. Cuando abandonas tu lugar de origen influye las condiciones en las que se produce, la personalidad, la economía, el racismo o el entorno. Hay que tener en cuenta la autonomía y la adaptabilidad y la capacidad de resiliencia.
Es por ello que muchas personas que salen de su lugar de origen se encuentran con una situación de pérdida que deriva en problemas psicológicos, así como el acoso hacia las mujeres mayoritariamente que es abismal.
El proceso de adaptación es importante, y bien llevado aporta un aprendizaje y una apertura, lo que genera satisfacción a la hora de compartir culturas, lenguas, cariño…
De toda esa experiencia hablo en la novela.
¿Te dedicas en exclusividad al arte o es un hobby?
Soy profesora de arte, historia y cine en la universidad, trabajo como cooperante donde utilizo el arte, y soy investigadora en diferentes campos incluido el arte, así como desarrollo exposiciones artísticas o talleres, por lo que el arte es mi trabajo en múltiples campos.
¿Desde cuándo eres artista multidisciplinar? ¿Qué te motivó a hacerlo?
En mi época universitaria, estudiando Bellas Artes, pude investigar materiales y sumergirme en la teoría crítica, fue cuando descubrí a lo que me quería dedicar. A edad muy temprana me motivaban las artes clásicas, pero adoraba la música, la danza y el teatro.
Al descubrir el arte contemporáneo y el mundo de la performance e instalación, me di cuenta de que se trataba de un entorno que aportaba a mi insaciable curiosidad lo que necesitaba, es decir, si quería investigar sobre arqueología o música, podía desarrollar un proyecto artístico sobre la temática a largo plazo y después desarrollar una obra. Ese mundo me pareció fascinante por la inmensa libertad que aporta.
¿Influencias de otros artistas o movimientos artísticos?
Me influencio mucho el arte feminista de performance, que se desarrolló en la década de 1960 y 1970 como una forma de explorar temas de género, identidad y crítica a través de la performance en vivo.
Este movimiento surgió como respuesta a la exclusión de las mujeres en la escena del arte y la falta de representación de sus experiencias y perspectivas. Las artistas feministas de performance buscaban crear un espacio para expresarse y cuestionar las normas culturales y sociales que perpetúan la opresión de las mujeres.
Las performances feministas de esta época eran a menudo provocativas, subversivas y radicales, y abordaban temas como el cuerpo, la sexualidad, la violencia y la identidad de género. Las artistas utilizaban su propio cuerpo como una herramienta de expresión y exploración, y a menudo involucraban al público en sus performances.
Algunas artistas feministas de performance destacadas de esta época incluyen a Carolee Schneemann, Yoko Ono, Valie Export, Ana Mendieta y Judy Chicago, entre muchas otras.
Háblanos de la evolución de tu obra
La evolución de mi obra y proceso artístico se ve influenciada por una variedad de factores, por un lado, experimentar con diferentes técnicas, materiales y formas de expresión ha sido crucial para descubrir nuevas formas de crear y comunicar ideas.
Por otro lado, algo que ha influenciado mi carrera como artista, ha sido la experiencia personal como migrante y cooperante, y mi trabajo en seminarios de investigación de derechos humanos, que figuró mi trabajo a través del pensamiento crítico y el desarrollo como Artivista.
La evolución de mi obra es un proceso continuo y en constante cambio, influenciado por muchos factores internos y externos, como donde resido, las problemáticas que tengo cerca o experimento, así cómo mi trabajo profesional en otros campos.
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